jueves, 3 de mayo de 2012

La Historia de un Extraño Albañil


Existe una historia relacionada con la construcción  del templo de Salomón en Jerusalém, el maestro Hiram había contratado solamente  a once Albañiles para la construcción del Templo, luego se presentó un doceavo Albañil y aunque no parecía apto ni confiable, no pedía salario alguno. Fue admitido por su destreza.

Cada día este compañero realizaba trabajos difíciles de llevar a cabo. La construcción del Templo dedicado a Jehová avanzaba y superaba en belleza a todo lo que se podría esperar, esto gracias a este Albañil. Nadie conocía el nombre de este Albañil de obras ni su nacionalidad, y lo más sorprendente nunca se presentaba a reclamar su salario - Cuando se distribuían las tareas al despuntar el Alba, todos se sorprendían,  al ver lo que el extraño Albañil había avanzado en tareas  por la noche, con tanta rapidez como perfección.

Cuando concluían el Sancto Sanctorum la última y más importante parte del Santo Templo, él pidió poner la ultima loza, sobre la cual descansaría el Arca de la Alianza, y le fue concedido  en razón de las admirables habilidades con la albañilería, ese día a media noche en punto entró en soledad al Sancto Sanctorum, colocó la pesada losa en su sitio y nadie lo volvió a ver más.

Se cuenta que esta pesada losa era fácilmente removible mediante un ingenioso mecanismo, que ocultaría en un sótano al Arca de la Alianza en caso de peligro. Esto solamente era sabido por Salomón, el sumo Sacerdote en turno, Hiram y el extraño Albañil. Se cree también que este Albañil aparecía en la construcción de cada monumento sagrado y en la construcción de cada Catedral. Les decía que era diestro en la construcción, que sabía trabajar la piedra dura y la franca, la caliza y el mármol. Y que alguien como él estaría en la construcción de cada edificio sagrado.

Así es la historia del Extraño Albañil que se presenta de cuando en cuando,  para ayudar en la   construcción de algún importante Templo.