lunes, 10 de octubre de 2011

LA HISTORIA DE LOS ALTOS GRADOS DEL REAA EN ESPAÑA... Una Historia de partidismos





Poco a poco se va construyendo la historiografía española sobre los Altos Grados, en este caso la del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, ya que ha sido el rito por antonomasia de las Obediencias españolas,  y más desde los últimos 125 años.
A los trabajos que ha publicado el CHEME, que no han sido muchos, pero ahí están, hay que sumar los dos trabajos que ahora existen en el mercado, por un lado el libro de Los Altos Grados de la Masonería , de Galo Sánchez Casado, escrito desde la óptica de la Gran Logia de España, a cuyo libro y autor, ya le dedicamos un espacio en este blog  con el título de Los Altos Grados o la historia del Supremo del Grado 33º de la Gran Logia de España, y que ustedes pueden leer para complementar lo que escribo a continuación.
A este intento de explicar los Altos Grados del REAA su ser y esencia, se ha sumado la Revista Cultura Masónica nº 9- Octubre  2011que de la mano de su flamante director Valentín Díaz que presenta el numero: Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Ordo Ab Chao) Supremo Consejo Masónico de España (REAA).
Es un número especial dedicado al “Bicentenario 1811-2011”, el cual presenta una nomina ya cotidiana en estos últimos números, a cuya lista hay que sumar a: Marian Ángeles Prats, Mario M. Hospital, y la visión europea a través de Jean Marie Stassart, y la experiencia de  Ramón Salas, sobre el XXI Encuentro Internacional de Altos Grados Escoceses. Todos ellos reconocidos masones.
Cuando uno abre la revista lo primero que se encuentra es la gran disquisición filosófica sobre los Altos Grados, interesante e inteligentes artículos pero que en general  escamotean de nuevo, y una vez más,  la respuesta que se persigue, y me refiero a esa que nos hemos hecho todos los Aprendices, y que se seguirán haciendo..., pero que nadie parece contestar: ¿Pero cuántos Supremos Consejos existen…? Porqué hay distintos Supremos… Porqué  dependen de Obediencias…  ¿Pero son todos los mismos…?
Planteo esto  porque cuando uno entra en masonería desde el desconocimiento, piensa que la diversidad de logias y Obediencias en el diagrama simbólico (masonería azul), luego en los Altos
Grados dicha diversidad se cierra y del  Caos sale el Orden,  y por tanto tanto unos como otros deshechos de lazos y profanidades y todos trabajan en conjunto en por de una humanidad más esclarecida desde la llamada Masonería Roja.
 Esa podría ser la historia que uno se imagina, y que en parte se desprende  de los retazos que aquello que  uno lee.
Pero a medida que uno avanza pasa a darse cuenta que esa no es la realidad, al menos hoy por hoy,  y es que lo cierto es que hay tantos Supremos Consejos del Grado 33ª del REAA como Obediencias existen, me refiero en España.
Con lo cual tendríamos una nómina como que existan los respectivos Supremos de la Gran Logia España, que no sé como están ahora, no hace mucho tenían una escisión de por medio, o sea que tenían o tienen dos grandes Supremos;  luego está el Supremo de la Gran Logia Simbólica Española; tendríamos también el Supremo Consejo del Droit Humain de España* Introduzco una nota recogida en el comentario adjunto que he recibido: El Supremo Consejo  del DH lo es para todo el mundo y para todos los grados, del DH, de ahí nuestra vocación internacionalista y que se incluye en el título de nuestra Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, lo que es una más de las muchas peculiaridades)
Sin olvidar el Supremo Consejo del Grado 33º del GODF que representan las logias españolas, y eso hablando de las Obediencias con implantación  nacional, porque luego estarían las Obediencias más provinciales, autonomistas o nacionatistas. Gran Oriente Catalunya con su otro Supremo.....
Evidentemente,  siendo optimistas podemos decir que en España somos escasamente 4000 masones incardinados en un buen montón de Obediencias y Logias, por tanto el resultante final  de miembros en cada uno de los distintos Supremos Consejos pues sería una cifra escasa, y hasta si se quiere hasta ridícula.
Pero es más,  como esto de los masones, como dice un amigo y Hermano,  “ va por Obediencias, barrios, logias y no nos juntamos ni para mear”, pues uno puede echar cuentas de cuál es el numero de Altos Grados que puede haber en cada  Supremo Consejo, y el grado de unidad o de afinidad...
Y ya que estamos ante un significado aniversario como el bicentenario 1811-2011 y sintiéndose todos herederos directos de aquellos primero Supremos Consejos, echo de menos que en una revista como Cultura Masónica hubiera hecho un esfuerzo  para presentar la pluralidad y la diversidad  de cada uno de estos Supremos Consejos, y como no sus visiones, y el porqué de esta división.. etc...? 
Hubiera sido un buen número  para un  Bicentenario, y máxime  desde  un campo neutral como la Revista Cultura Masónica que además debiera jugar un papel didáctico y de debate, desde la cual  explicar donde y cómo, y el  porqué se rompe por ejemplo con la llegada de la masonería tras la dictadura,  ese Supremo, venido del exilio vía Méjico, y en cuyo desarrollo jugó un papel importante un paisano de Mieres (Asturias)  como Juan Pablo García, al cual le he dedicado más de un trabajo, y que se fractura en varios Supremos, y antes de ello en el establecimiento de nuevas Obediencias.
Y es que en toda la revista, lo que tenemos  ante todo,  son  desarrollos filosóficos  desde una visión muy particular del REAA, con artículos  importantes y muy interesantes como el que expone Joan Francesc Pont, Soberano Comendador del Supremo alienado con la Gran Logia Simbólica Española, pero en lo referido a la situación del porqué hoy tenemos varios Supremos Consejos, pues nadie da explicación, a lo que más  que llega Mario M. Hospital (grado 18º del REAA y trabajando en el Supremo Consejo Masónico de España. y Venerable de la Logia  Concordia-Barcino) es dejarnos antes una tabla del jesuita e historiador másonico: Pedro Álvarez Lázaro, sobre las lineas hereditarias de los Supremos  que como vemos concluye en 1893.
Nos habla del hermano Hospital del tema de Méjico,  y dice que  “adoptaron la denominación  de Supremo Consejo Masónico de España que, como reza en sus Estatutos” es, “una doble organización , civil a través del Supremo Consejo  Masónico de España , y masónica, a través del Supremo Consejo del Grado 33 del REAA.  A partir del año 1975, año en el cual el pueblo español recupera sus legítimos derechos democráticos, nuera Augusta Institución  inicia un camino , cada vez más próximo a la divisa que nos distingue: ORDO ab CHAO”.
Cuando parece que el autor va a explicarnos el tema, este se deshace de la espinosa situación y se va explicar los Soberanos Supremos Consejos del REAA  de 1811-1947, dejándonos de esta manera sin la radiografía de qué es lo que pasa con la vuelta de la masonería a España y el establecimiento de sus Altos Grados, y de cómo fue la secuencia de esa recuperación iniciática.
Es más el autor nos aporta una tabla que de Soberanos Grandes Comendadores, que parece toda una a linea de sucesión inalterada,  pero sí esta lista  la comparamos con la tabla anterior ya vemos que no fue  así,  y menos  desde la nueva implantación de la masonería 1978, ya que a partir de aquí se empatan y se hace sin pudor alguno el enlazar el viejo Supremo Consejo del Gran Oriente Español y sus Comendadores   con toda una serie de Soberanos Comendadores nuevos de diferente órbita y referencia,  sin explicar nada al respecto,  y como si estos fueran herederos directísimos de los anteriores, lo cual no lo pongo en duda, pero cuya cuestión debiera explicarse.
Para enterarnos  un poco de la trama histórica de los Supremos que se nos escamotea, pues hay que ir al libro que ya cité de  Galo Sánchez, que por cierto este artículo de Mario M. Hospital hace bueno e interesante al anterior, ya que al menos cuenta la otra parte, o sea  la  visión  e historiografía desde el punto de vista de  la Gran Logia de España, tema que desarrolla en el capítulo XXVII del libro: “Establecimiento de la Democracia y Regreso de la Masonería” y de ahí para adelante…
En dicho capitulo  se nos cuenta como fueron las correrías para la legalización de la masonería en España en 1978, y cuales fueron sus correspondientes zancadillas,peleas y escisiones  hasta concluir en aparición de dos Obediencias y en dos Supremos Consejos, y  como no las escisiones de unos y otros.
Esta es la historia que que quería resaltar, como una gran ausente del numero que ha sacado la revista Cultura Masónica, y poner de manifiesto que parece que no hay manera de que se nos cuente desde la objetividad y la pluralidad todas estas circunstancia

. Que le vamos hacer¡¡
Por otro lado agradecer la puesta en escena de la revista, de la cual yo  destacaría los trabajos de Pont, Prats y  Viçent Molina, que se despegan de lo ya sabido  y consabido, y en este sentido el número peca de un cierto partidismo, que espero vaya desapareciendo a lo largo de los próximos números.
Espero que la Revista les agrade, pues siempre es una buena fuente de información, y esperemos que el próximo numero sobre Masonería y nuevas Tecnologías tenga más impacto, tenga más ganas de debate, y sea un poco rompedor en esta cacofonía masónica en la que se nos va sumergiendo con un trilará muy en la órbita de la GLSE, cuando en realidad creo que Cultura Masónica debiera ser algo abierto, plural  y de que llame al debate ...

Victor Guerra MM.:. Rito Moderno o Francés

tomado de: victorguerra.net 

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