Poco a poco se va construyendo la historiografía española
sobre los Altos Grados, en este caso la del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, ya
que ha sido el rito por antonomasia de las Obediencias españolas, y más desde los últimos 125 años.
A los trabajos que ha publicado el CHEME, que no han sido
muchos, pero ahí están, hay que sumar los dos trabajos que ahora existen en el
mercado, por un lado el libro de Los Altos Grados de la Masonería , de Galo
Sánchez Casado, escrito desde la óptica de la Gran Logia de España, a cuyo
libro y autor, ya le dedicamos un espacio en este blog con el título de Los Altos Grados o la
historia del Supremo del Grado 33º de la Gran Logia de España, y que ustedes
pueden leer para complementar lo que escribo a continuación.
A este intento de explicar los Altos Grados del REAA su ser
y esencia, se ha sumado la Revista Cultura Masónica nº 9- Octubre 2011que de la mano de su flamante director
Valentín Díaz que presenta el numero: Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Ordo Ab
Chao) Supremo Consejo Masónico de España (REAA).
Es un número especial dedicado al “Bicentenario 1811-2011”,
el cual presenta una nomina ya cotidiana en estos últimos números, a cuya lista
hay que sumar a: Marian Ángeles Prats, Mario M. Hospital, y la visión europea a
través de Jean Marie Stassart, y la experiencia de Ramón Salas, sobre el XXI Encuentro
Internacional de Altos Grados Escoceses. Todos ellos reconocidos masones.
Cuando uno abre la revista lo primero que se encuentra es la
gran disquisición filosófica sobre los Altos Grados, interesante e inteligentes
artículos pero que en general escamotean
de nuevo, y una vez más, la respuesta
que se persigue, y me refiero a esa que nos hemos hecho todos los Aprendices, y
que se seguirán haciendo..., pero que nadie parece contestar: ¿Pero cuántos
Supremos Consejos existen…? Porqué hay distintos Supremos… Porqué dependen de Obediencias… ¿Pero son todos los mismos…?
Planteo esto porque
cuando uno entra en masonería desde el desconocimiento, piensa que la
diversidad de logias y Obediencias en el diagrama simbólico (masonería azul),
luego en los Altos
Grados dicha diversidad se cierra y del Caos sale el Orden, y por tanto tanto unos como otros deshechos
de lazos y profanidades y todos trabajan en conjunto en por de una humanidad
más esclarecida desde la llamada Masonería Roja.
Esa podría ser la
historia que uno se imagina, y que en parte se desprende de los retazos que aquello que uno lee.
Pero a medida que uno avanza pasa a darse cuenta que esa no
es la realidad, al menos hoy por hoy, y
es que lo cierto es que hay tantos Supremos Consejos del Grado 33ª del REAA
como Obediencias existen, me refiero en España.
Con lo cual tendríamos una nómina como que existan los
respectivos Supremos de la Gran Logia España, que no sé como están ahora, no
hace mucho tenían una escisión de por medio, o sea que tenían o tienen dos
grandes Supremos; luego está el Supremo
de la Gran Logia Simbólica Española; tendríamos también el Supremo Consejo del
Droit Humain de España* Introduzco una nota recogida en el comentario adjunto
que he recibido: El Supremo Consejo del
DH lo es para todo el mundo y para todos los grados, del DH, de ahí nuestra vocación
internacionalista y que se incluye en el título de nuestra Orden Masónica Mixta
Internacional Le Droit Humain, lo que es una más de las muchas peculiaridades)
Sin olvidar el Supremo Consejo del Grado 33º del GODF que
representan las logias españolas, y eso hablando de las Obediencias con
implantación nacional, porque luego
estarían las Obediencias más provinciales, autonomistas o nacionatistas. Gran
Oriente Catalunya con su otro Supremo.....
Evidentemente, siendo
optimistas podemos decir que en España somos escasamente 4000 masones
incardinados en un buen montón de Obediencias y Logias, por tanto el resultante
final de miembros en cada uno de los
distintos Supremos Consejos pues sería una cifra escasa, y hasta si se quiere
hasta ridícula.
Pero es más, como
esto de los masones, como dice un amigo y Hermano, “ va por Obediencias, barrios, logias y no
nos juntamos ni para mear”, pues uno puede echar cuentas de cuál es el numero
de Altos Grados que puede haber en cada
Supremo Consejo, y el grado de unidad o de afinidad...
Y ya que estamos ante un significado aniversario como el
bicentenario 1811-2011 y sintiéndose todos herederos directos de aquellos
primero Supremos Consejos, echo de menos que en una revista como Cultura
Masónica hubiera hecho un esfuerzo para
presentar la pluralidad y la diversidad
de cada uno de estos Supremos Consejos, y como no sus visiones, y el
porqué de esta división.. etc...?
Hubiera sido un buen número
para un Bicentenario, y
máxime desde un campo neutral como la Revista Cultura
Masónica que además debiera jugar un papel didáctico y de debate, desde la
cual explicar donde y cómo, y el porqué se rompe por ejemplo con la llegada de
la masonería tras la dictadura, ese
Supremo, venido del exilio vía Méjico, y en cuyo desarrollo jugó un papel
importante un paisano de Mieres (Asturias)
como Juan Pablo García, al cual le he dedicado más de un trabajo, y que
se fractura en varios Supremos, y antes de ello en el establecimiento de nuevas
Obediencias.
Y es que en toda la revista, lo que tenemos ante todo,
son desarrollos filosóficos desde una visión muy particular del REAA, con
artículos importantes y muy interesantes
como el que expone Joan Francesc Pont, Soberano Comendador del Supremo alienado
con la Gran Logia Simbólica Española, pero en lo referido a la situación del
porqué hoy tenemos varios Supremos Consejos, pues nadie da explicación, a lo
que más que llega Mario M. Hospital
(grado 18º del REAA y trabajando en el Supremo Consejo Masónico de España. y
Venerable de la Logia Concordia-Barcino)
es dejarnos antes una tabla del jesuita e historiador másonico: Pedro Álvarez
Lázaro, sobre las lineas hereditarias de los Supremos que como vemos concluye en 1893.
Nos habla del hermano Hospital del tema de Méjico, y dice que
“adoptaron la denominación de
Supremo Consejo Masónico de España que, como reza en sus Estatutos” es, “una
doble organización , civil a través del Supremo Consejo Masónico de España , y masónica, a través del
Supremo Consejo del Grado 33 del REAA. A
partir del año 1975, año en el cual el pueblo español recupera sus legítimos
derechos democráticos, nuera Augusta Institución inicia un camino , cada vez más próximo a la
divisa que nos distingue: ORDO ab CHAO”.
Cuando parece que el autor va a explicarnos el tema, este se
deshace de la espinosa situación y se va explicar los Soberanos Supremos
Consejos del REAA de 1811-1947,
dejándonos de esta manera sin la radiografía de qué es lo que pasa con la
vuelta de la masonería a España y el establecimiento de sus Altos Grados, y de
cómo fue la secuencia de esa recuperación iniciática.
Es más el autor nos aporta una tabla que de Soberanos
Grandes Comendadores, que parece toda una a linea de sucesión inalterada, pero sí esta lista la comparamos con la tabla anterior ya vemos
que no fue así, y menos
desde la nueva implantación de la masonería 1978, ya que a partir de
aquí se empatan y se hace sin pudor alguno el enlazar el viejo Supremo Consejo
del Gran Oriente Español y sus Comendadores
con toda una serie de Soberanos Comendadores nuevos de diferente órbita
y referencia, sin explicar nada al
respecto, y como si estos fueran
herederos directísimos de los anteriores, lo cual no lo pongo en duda, pero
cuya cuestión debiera explicarse.
Para enterarnos un
poco de la trama histórica de los Supremos que se nos escamotea, pues hay que
ir al libro que ya cité de Galo Sánchez,
que por cierto este artículo de Mario M. Hospital hace bueno e interesante al
anterior, ya que al menos cuenta la otra parte, o sea la
visión e historiografía desde el
punto de vista de la Gran Logia de
España, tema que desarrolla en el capítulo XXVII del libro: “Establecimiento de
la Democracia y Regreso de la Masonería” y de ahí para adelante…
En dicho capitulo se
nos cuenta como fueron las correrías para la legalización de la masonería en
España en 1978, y cuales fueron sus correspondientes zancadillas,peleas y
escisiones hasta concluir en aparición
de dos Obediencias y en dos Supremos Consejos, y como no las escisiones de unos y otros.
Esta es la historia que que quería resaltar, como una gran
ausente del numero que ha sacado la revista Cultura Masónica, y poner de
manifiesto que parece que no hay manera de que se nos cuente desde la
objetividad y la pluralidad todas estas circunstancia
. Que le vamos hacer¡¡
Por otro lado agradecer la puesta en escena de la revista,
de la cual yo destacaría los trabajos de
Pont, Prats y Viçent Molina, que se
despegan de lo ya sabido y consabido, y
en este sentido el número peca de un cierto partidismo, que espero vaya
desapareciendo a lo largo de los próximos números.
Espero que la Revista les agrade, pues siempre es una buena
fuente de información, y esperemos que el próximo numero sobre Masonería y
nuevas Tecnologías tenga más impacto, tenga más ganas de debate, y sea un poco
rompedor en esta cacofonía masónica en la que se nos va sumergiendo con un
trilará muy en la órbita de la GLSE, cuando en realidad creo que Cultura
Masónica debiera ser algo abierto, plural
y de que llame al debate ...
Victor Guerra MM.:. Rito Moderno o Francés
tomado de: victorguerra.net